Room Translation
Texto para catálogo de exhibición de la artista Perla Montelonga
Galería Etc, Praga, República checa.
Texto disponible en : http://www.etcgalerie.cz/?path=2008/004_space_translations
Seguimos acostumbrados a domesticar la imagen del mundo. Desde el renacimiento que el espacio que nos rodea –al cual insistimos en llamar “realidad” -entra en el lienzo, en el papel o en la pantalla con la pretensión de ser un espejo de lo que está frente a nuestros ojos. El desarrollo de la perspectiva, como estrategia de representación supuso la transición de un espacio psico-fisiológico a otro matemático que se erige como artificio capaz de engañar a nuestra percepción, tejiendo una nueva realidad cuyas costuras tanto se intentaban esconder. Aún cuando desde las vanguardias históricas los artistas negaron y/o problematizaron la mímesis, la noción de “cuadro – ventana” sigue instalada en nuestra cultura desde la pintura clásica, pasando por la fotografía, cine, televisión e imagen digital. Si bien, conocemos el artificio y escuchamos el chirrido de sus visagras, la ventana sigue ahí y no queremos desprendernos de la ilusión.
El trabajo de Perla Montelongo, “Room translations” combina estas claves históricas y epistemológicas. Claves que han configurado nuestra relación sujeto- realidad, cuya estética se ha hecho transversal al campo artístico y mediático. A través de la recreación del paisaje que vemos por la ventana, mediante una trama de caracteres alfabéticos y numéricos propios del código ASCII, delata el proceso de representación como construcción. Pero ya no se trata de la representación de la realidad, sino del calco de ésta. Lo que nos recuerda el texto de Borges en que se refiere al mapa de un imperio, cuyas dimensiones eran puntualmente las mismas que las del territorio que se quería representar. En “Room translation” el dibujo enmascara al referente, hilvanando su mismo rostro pero mostrándonos los elásticos que sostienen a la máscara. Se activa la magia de la imagen, pero contándonos cuál es el truco. El fantasma del real sigue estando ahí, el dibujo sigue informándonos del paisaje que vemos por las ventana, de la textura de la puerta, de la trama del parket (característico de las habitaciones de Praga), pero el resultado ya no es sólo el dibujo como producto, sino su proceso. En esta operación de calce, cada hoja formato A4 que compone la instalación, opera como pieza de un puzzle que nos muestra ya no la realidad, sino la voluntad del lenguaje como verosímil. La imagen referencial queda como espectro residual que se cuela por la ininteligibilidad de los caracteres que arman cada trama. El código ASCII no se lee, se hace dibujo, pero como diagrama espectral, ya no como espejo, haciendo evidente cómo cada representación es finalmente una traducción.
Valentina Montero